Todos los días me gustaría que estuvieras aquí, en casa, conmigo viendo la tele o tirados en el sofá hablando. Que te acuerdes de mí cuando te levantas igual que hago yo.
Lloro por eso, porque sé que has partido de cero y que necesitas más tiempo y sé también que tienes toda la razón al no sentir lo mismo que yo, pero no puedo negar que eso me duela.
Has estado con alguien durante cinco años y no se puede comparar a lo que yo he tenido, porque tú eres por el que más estoy sintiendo y solo hace cinco meses que te conocí. Eres el primero por el que no duermo y por el que me tiro días pensando en qué hacer para que estés bien conmigo porque te quiero.
Lloro porque eres la única persona que me está demostrando que intenta estar conmigo, sé que estás haciendo un gran esfuerzo, y me da rabia que no estés dentro de mí para que supieras que lo que siento es tan real como tú y como yo.
No te he dicho que estoy enamorada de ti porque la verdad es que me sentía ridícula después de haberme dejado bien claro que tú no, pero lo estoy.
No sé si vas a leer esto algún día o si nunca voy a enseñártelo pero quiero que quede constancia de que te quiero y de que no hay nada ahora que quiera más que estar contigo y compartir mi vida contigo mejor aún de lo que la estamos compartiendo.
Al poco tiempo de conocerte, escribí aquí que habías traído alegría a mi vida; lo hiciste. Quiero que lo sigas haciendo siempre.
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